domingo, 10 de octubre de 2010

De solo pronunciarlas





Esfera arcaica de pólvora y caléndulas
que se asoma al horizonte
y domina la metrópolis
con palabras anacrónicas.



Escaleras mecánicas al cielo
que conducen multitudes
hacia las torres fantasma
donde brilló la civilización
con palabras hipnóticas.



Bestia del firmamento
que devora la resaca
de masivas borracheras
y de sábados frenéticos
con palabras noctámbulas.



Palabras de vida,
para relojes palpitantes.



Y palabras de muerte,
que destruyen la carne y el hueso…



De sólo pronunciarlas.















3 comentarios:

  1. Poeta, describes fragmentos de mi existencia, cuando las palabras saldas de la boca que beso vomita mentiras y me parte el alma.

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  2. Este poema merece un premio Horacio, la realidad en un poema, los sonidos de los pensamientos caóticos pero certeros de noches desgarradas, donde un aguja no cabe, quizás solo una lágrima
    Bravísimo Horacio
    Noe

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  3. Muchas gracias Noe, por tan generoso comentario.

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