martes, 5 de octubre de 2010

La felina oscuridad

 

 

Llega la noche y me invade el deseo
de escribir palabras oscuras, esquivas y gatunas,
como cornisa, como acecho, como tejado.

Saltar las paredes del insomnio,
ir tras tus pasos sigiloso,
siguiendo las señales que dejaste.

Maullar como lunático,
encontrarte, sorprenderte, iluminarte...

En la felina oscuridad
nos sentimos protegidos
y encontramos nuestras musas,
nuestros duendes,
nuestros ángeles…

Y así,
hasta la madrugada,
seremos gatunos,
seremos pasión,
seremos alarido
y arrebato.

 

 


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