lunes, 1 de noviembre de 2010

Como rayo vertical



La muerte mía,
concebida como rayo vertical
certero, indiscutible,
la muerte del hombre que canta,
la muerte mía
única verdad,
la muerte del hombre en su caverna.


 
La muerte,
y el río de vino negro
que deseamos en la cumbre de la noche,
vida,
y la selva humana
entrelazada de pájaros y serpientes
y esas flores lilas
de las eternas enredaderas
que cubren el universo.


 
Vida,
quiero morir
adentro de esa mujer
quiero,
que trenza hebras de plata,
morir
cuando se hunde una luna,
morir en su vientre.


 
Como dormido,
entre destellos vagos, entre abismos,
entre mapas del infierno prometido
no despertar.


 
Vida,
suelta tus demonios
y estallará  la fiesta.







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