Esta casa desdibuja
las ventanas en su alberca,
esta casa donde habito
tiene lunas prisioneras,
el sol es un rectángulo
que atraviesa por sus puertas,
cada objeto que la ocupa
se entrecruza con mis venas.
Aquí no pasa el tiempo
se insinúa y no se muestra...
Aquí no pasa el tiempo,
se aproxima y se aleja,
costumbre de los mares
de ignorar a sus mareas,
manía de relojes
que se escapan por las grietas.
Llevo días, llevo horas,
llevo más. Eternidades…
de vigilia,
de noctámbulo,
de caminar por las arenas.
Esta casa tiene costas
y barcazas que navegan,
tiene historias indecibles
que los marineros cuentan.
Esta casa donde habito
puso anclas a mis penas,
esta casa donde habitan
mis naufragios y quimeras.
martes, 5 de octubre de 2010
Esta casa donde habito
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Muy bueno!! Con un aire hernandiano, pero muy personal!!
ResponderEliminarGracias Victoria Claro (diez años después) por tu lectura y por tu comentario
ResponderEliminarMi reconocimiento para Anabel Monasterio Gar por haber publicado este poema en su blog.
ResponderEliminar: Esta casa donde habito