Nos observarán siempre
Nada se mueve,
espacio ritual de los desiertos,
este lugar está en mi mente
como rectángulo conceptual.
Nada se mueve
ni se insinúa,
reflejo de luz fantasmagórica
debatiéndose entre el miedo
y la madrugada.
Todo se anuncia
y se acongoja
y las manos de piedra
seguirán cerca
y los quietos azules
nos observarán siempre.
Nuestros propios fantasmas, nos plagan las noches y también algunos días.
ResponderEliminarUn beso Horacio
Gracias Mia por tu lectura y comentario, un beso.
ResponderEliminar