martes, 31 de mayo de 2022

Los desquiciados de la fila 14



¿Cómo llegar a una dialéctica de la sinrazón? Ya que los desencuentros no nos alcanzan.

En este transcurrir pleno de interrupciones, nuestras butacas están bastante a oscuras y no hay muchos espectadores en esta hilera.

Además, ni el mismo universo nos vigila en este momento. Por favor, abrí un poco más las piernas; así... Un poquito más.

Una muerte mansa se insinúa y se aleja sutil. Sabés que siempre me gustó jugar a la seducción, prolongar el momento previo más que ir al grano.

Una muertecita como dije; lo que más se disfruta es la adrenalina, este morbo cómplice qué solemos saborear, nuestro eterno onanismo compartido.

Mientras tanto, Fitzcarraldo traslada nuevamente su navío a través de la selva amazónica, y por enésima vez, Klaus Kinsky estalla de odio contra Herzog. 

Pero a nosotros qué nos importa todo ese asunto, si ya puedo sentir tu entrepierna mojada contra la cuerina de la butaca. 
 
Tus manos, por cierto, tampoco se quedan quietas. 

La función es continuada, va a ser muy difícil evitar esta eyaculación.




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