¡Bueno, querida manga de forros, al final acá estamos!
Bienvenidos al primer número de La Pinchufleta, una criatura rebelde que nace de las entrañas mugrientas y gloriosas de Buenos Aires. Sí, señoras y señores (y todes les que se perciban en el medio, al costado, o en alguna otra dimensión de género), acá estamos, rompiendo los esquemas con un proyecto que no se banca la solemnidad, el discursito correcto, las medias tintas ni las tintas mediáticas.
Bienvenidos al primer número de La Pinchufleta, una criatura rebelde que nace de las entrañas mugrientas y gloriosas de Buenos Aires. Sí, señoras y señores (y todes les que se perciban en el medio, al costado, o en alguna otra dimensión de género), acá estamos, rompiendo los esquemas con un proyecto que no se banca la solemnidad, el discursito correcto, las medias tintas ni las tintas mediáticas.
Si buscan análisis serios, densos y aburridos, agarren el diario de ayer y a otra cosa mariposa. Acá vendemos caos, carcajadas y alguna que otra provocación para sacudir un poco la lógica de tantas mentes caretas.

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