martes, 5 de octubre de 2010

Manifiesto de una flor rabiosa

A Allen Ginsberg


 
Escandalosa y auténtica,
esa flor rabiosa de pétalos explosivos
renacerá
para guiar a las próximas generaciones
hacia un brillante y virgen escenario.


Yo, he caído tantas veces,
herido de muerte
en esas trincheras marabunta,
y he ostentado cicatrices sublimes
que hoy se reflejan oscuras
en el espejo del alma.


He fumado de mis propios aullidos
elucubrando primaveras,
eróticas artillerías,
libidinosas amapolas.


He bebido la leche de la luna,
para alumbrar con esa luz las avenidas
y he contemplado inexplicables barcazas
navegando por los ríos de cemento.

 
He visto todas las imágenes,
yo mismo he penetrado esta selva
entre laberintos de serpiente
y semáforos acechantes.



y yo sé,

 
que el sonido de las alcantarillas
alimenta el insomnio colectivo.

 
Que la luz de los prostíbulos
ilumina las palabras de los santos.


Que el lenguaje marginal de los suburbios
se convierte en poesía subversiva
cuando las musas excéntricas
se agitan sobre el filo del alba.


Y yo sé,
 
 
que esa flor rabiosa
de pétalos explosivos,
será la guía que nos lleve
hacia ese brillante y virgen escenario.


 

 

 


 

2 comentarios:

  1. Horacio de antología bravo, que maravilla, no solo acompañas con tus ilustraciones…en tus poemas hasta las cloacas son mágicas, misteriosas y comulgan con calles misteriosas
    Wou
    Noe

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  2. Noe, Gracias por tu profunda y constante lectura.

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