Si perdieras tu andar en este páramo
inquieta sombra de mujer del aire.
Si perdieras tu andar, si lo olvidaras
ausente paloma, promesa de labios,
sé‚ que no podrías volver sobre tus pasos,
serena y fértil
dejarías caerte lenta
en este surco
íntimo de arado.
Sé que no podrías volver sobre tus pasos,
es tan bella la imagen sorprendida
de la completa desolación, errante torcaza.
La noche
extiende entre estas sábanas
sueños únicos, de pico negro y alas largas,
y una estrella sin filos
se diluye
soñadora y gitana
girando sin cuerdas
ausente y lejana.
Es tan bella la imagen sorprendida
de la completa desolación, campesina blanca.
Es tan bella la imagen sorprendida
de la completa desolación, rincón de guitarras.
Inquieta sombra, paloma lejana,
te conozco tanto, te conozco el alma,
te conozco el vuelo, la risa y el aire,
conozco cuando te alejas pensando en quedarte,
te conocen mis manos arcilla indomable.
Las palabras te llaman
te nombran y callan…
Y este pájaro salvaje te reclama.
Y este pájaro
salvaje
te reclama.
Excelente, Horatius: hay tanta dulzura, melancolía y trabajo con la palabra del "pájaro salvaje" a la "paloma", que me quedé realmente admirada.
ResponderEliminarHermoso, bellísimo poema de amor, tierno y salvaje a la vez. ¡ME ENCANTÓ!
ResponderEliminarQuè lindo tu blog..!! Precioso poema. Vengo de Facebook.. te sigo.
ResponderEliminarGraciela