martes, 19 de octubre de 2021

Rapsodia elemental

A Yukio Mishima



Después de que todo desvanezca, cuándo el sopor decadente nos envuelva, y en el instante preciso en que las aves del inconsciente levanten vuelo...Yo, estaré lúcido y acechante; íntegro, y en pie de guerra.

¿O no es aquella nube el gris presagio que divisaron los espartanos?

La tarde se extiende sobre este campo de amapolas, donde otrora jugábamos descalzos; mientras debajo descansaban los cadáveres, aludíamos a la fertilidad de esos campos de batalla.

Vislumbro resplandores atávicos
arcaicas contiendas tribales,
ver la cabeza del rival
rodando febril, mágica y luminosa.
 
Esta tarde, sublime diría...
Roja de fuego iniciático,
se acrecienta en su transcurrir,
fascinante y altiva.
 
Épica embriaguez,
que a la siesta despertaba,
lidiando desnudos y viriles,
provocando el bullicio de la sangre
y un enmarañado crujir en las entrañas.

 
Esta tarde, exquisita diría...
Irradia su resplandor omnipresente,
su esquizofrenia sutil,
su lenguaje marcial,
su inevitable derrota,
su heroico desenlace.






Collage: Horacio Moschini




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